La religión es una forma de vida, que regula la relación del hombre con su Creador y los que le rodean, es el camino hacia el Más Allá.
La necesidad de tener religión es más que la necesidad de comida y bebida. El hombre por naturaleza es religioso, y si no encuentra la verdadera religión, se inventa una religión para él, como sucedió con las religiones paganas que fueron inventadas por los humanos. Una persona necesita seguridad en este mundo tal como necesita seguridad en su vida y después de su muerte.
La verdadera religión es aquella que da a sus seguidores completa seguridad en ambos mundos. Por ejemplo:
Si estamos caminando por un camino y no sabemos su final, tenemos dos opciones, o seguimos las instrucciones del camino en las señales, o tratamos de adivinar, lo que puede hacer que nos perdamos y perezcamos.
Si queremos comprar un televisor e intentar encenderlo sin consultar las instrucciones de funcionamiento, lo estropearemos. El televisor del mismo fabricante, por ejemplo, llega aquí con el mismo manual de instrucciones que llega a otro país, debemos usarlo de la misma manera.
Si una persona quiere comunicarse con otra persona, por ejemplo, la otra persona debe indicarle los medios posibles, como decirle que le hable por teléfono y no por correo electrónico, debe utilizar el número de teléfono que personalmente proporcionó, y no puede utilizar ningún otro número.
Los ejemplos anteriores nos muestran que los humanos no pueden adorar a Al-láh siguiendo sus caprichos, porque primero se dañarán a sí mismos antes de dañar a los demás. Según su fe, encontramos unos pueblos para comunicarse con el Señor de los mundos, danzando y cantando en los lugares de culto, y otros pueblos que aplauden para despertar a Dios. Y algunos de ellos adoran a Dios tomando un mediador e imaginan que Dios viene en forma humana o de piedra. Dios Único, Al-láh, quiere protegernos de nosotros mismos cuando adoramos aquello que no nos beneficia y nos perjudica, e incluso nos hará acabar en el Más Allá. Adorar a otro que no sea Al-láh junto con Al-láh se considera el mayor de los pecados mayores, y su castigo es la eternidad en el Infierno. Es por la grandeza de Al-láh que Él hizo para nosotros un sistema que todos seguimos, para regular nuestra relación con Él, y nuestra relación con los que nos rodean, esto es lo que se llama religión.