Muchos en nuestro tiempo creen que la luz está fuera del tiempo, pero no aceptan que el Creador no está sujeto a la ley del tiempo y el espacio. Lo que significa que Al-láh Todopoderoso es antes de todo y después de todo, y que Al-láh Todopoderoso no está rodeado por ninguna de Sus criaturas.
Muchos creen que las partículas conectadas cuando se separan aún se comunican entre sí al mismo tiempo, pero no aceptan la idea de que el Creador con Su conocimiento está con Sus siervos dondequiera que vayan. Creen en tener una mente sin verla, y se niegan a creer en Al-láh sin verle tampoco.
Muchos se negaron a creer en el Paraíso y el Infierno, y aceptan la existencia de otros mundos que no han visto. La ciencia material les dijo que creyeran y creyeron en cosas que no existen en primer lugar, como los espejismos, cree en esto y lo aceptan; y al morir, la física y la química no beneficiarán a los humanos, ya que les prometió la nada.
No se puede refutar la existencia del escritor simplemente por su conocimiento del libro, no son alternativas. La ciencia descubrió las leyes del universo, pero no las estableció, el Creador es quien las hizo.
Entre los creyentes están aquellos que tienen grados superiores en física y química, pero se dan cuenta que detrás de estas leyes cósmicas hay un gran Creador, la ciencia material en la que creen los materialistas ha descubierto las leyes que Al-láh creó, pero la ciencia no creó estas leyes. Los científicos no tendrán nada que estudiar sin estas leyes creadas por Al-láh. En cambio la fe beneficia al creyente en este mundo y en el Más Allá a través de su conocimiento y educación de las leyes cósmicas que aumentan su fe en su Creador.
Cuando una persona acaba de infectarse con una gripe grave o fiebre alta, es posible que no pueda alcanzar un vaso de agua para beber, entonces, ¿cómo puede prescindir de su relación con su Creador?
La ciencia está en constante cambio, y la creencia completa en la ciencia sola es un problema, ya que los nuevos descubrimientos hacen que las teorías anteriores sean reemplazadas. Algo de lo que tomamos como ciencia es todavía teórico. Incluso si asumimos que todo lo que se ha descubierto de la ciencia es consistente y preciso, todavía tenemos un problema, y es que la ciencia en el momento actual le da toda la gloria al descubridor e ignora al Hacedor. Por ejemplo, supongamos que alguien entra en una habitación y descubre una pintura hermosa y bien elaborada, y luego sale para contarle a la gente sobre el descubrimiento. Todos admiran al hombre que descubrió la pintura y se olvidan de hacer la pregunta más importante: "¿Quién la pintó?" Esto es lo que hacen los humanos, porque están tan impresionados por los descubrimientos científicos de las leyes de la naturaleza y el espacio que olvidan en ellos la creatividad de quien creó estas leyes.
Con la ciencia material, una persona puede construir un misil, pero con esta ciencia no puede juzgar la belleza de una pintura, por ejemplo, ni apreciar el valor de las cosas, ni puede hablarnos del bien y el mal. Con la ciencia material, sabemos que una bala mata, pero no sabemos que está mal usarla para matar a otros.
Albert Einstein, el famoso físico, dijo: "La ciencia no puede ser una fuente de moralidad. No hay duda de que existen fundamentos morales para la ciencia, pero no podemos hablar de bases científicas de la moralidad. Todos los intentos de someter la moralidad a las leyes y ecuaciones de la ciencia han fallado y fallarán”.
El famoso filósofo alemán Emmanuel Kant, dijo: "La prueba moral de la existencia de Dios se estableció de acuerdo con los requisitos de la justicia, porque el hombre bueno debe ser recompensado y el hombre malo debe ser castigado. La prueba se basa en lo que se requiere por la posibilidad de combinar la virtud y la felicidad, como no es posible combinarlas sino en presencia de lo sobrenatural, que es el Conocedor de todo y el Omnipotente, y esta fuente suprema y existente de lo sobrenatural representa a Dios".
La realidad es que la religión es una obligación y una responsabilidad, hace velar la conciencia, e insta al creyente a hacerse responsable de cada pequeña y gran cosa. El creyente es responsable de sí mismo, de su familia, de su prójimo y hasta del caminante; y toma las razones y pone su confianza en Al-láh. No creo que esa sea una de las características de los adictos [43]. El opio es una sustancia narcótica, extraída de la planta de amapola, utilizada para fabricar heroína.
La verdadera adicción de los pueblos es el ateísmo, no la fe. Porque el ateísmo llama a sus seguidores al materialismo, marginando su relación con el Creador al rechazar la religión y abandonar responsabilidades y deberes, e instándolos a disfrutar del momento en que viven sin importar las consecuencias, para que hagan lo que les gusta en un estado de seguridad del castigo mundano, creyendo que no hay alguien Supremo que los vigile, cuenta divina, ni hay resurrección ni ajuste de cuentas. ¿No es esa realmente una descripción de los adictos?