Hay algo llamado instinto sano, o sentido común, porque todo lo que es lógico y está de acuerdo con el sentido común y la mente recta es de Al-láh, y todo lo que es complejo es de los humanos.
Por ejemplo:
Si un musulmán, cristiano, hindú o cualquier otro hombre religioso nos dice que el universo tiene un Creador, uno que no tiene pareja ni hijo, que no viene a la tierra en forma de persona, animal, piedra o ídolo, y que debemos adorarlo solo a Él y volvernos a Él solo en la adversidad. Esta es realmente la religión de Dios. Pero si un erudito religioso musulmán, cristiano, hindú, etc., nos dice que Dios está encarnado en cualquier forma conocida por la humanidad, y que debemos adorar a Dios y buscar refugio en Él a través de cualquier persona, profeta, sacerdote o santo; esto es de los humanos.
La religión de Dios Único es clara y lógica, y no tiene misterios. Si algún hombre religioso quiere convencer a alguien de que Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, es un dios y que debe adorarlo, el hombre religioso debe hacer un gran esfuerzo para convencerlo de esto, y nunca se convencerá, porque puede que pregunte: "¿Cómo puede el profeta Muhámmad ser un dios cuando solía comer y beber como nosotros?" Y el hombre religioso puede terminar diciéndole: "No estás convencido porque es un misterio y un concepto vago, lo entenderás al encontrarte con Dios", como lo hacen hoy muchos en su justificación por la adoración a Cristo, Buda y otros. Este ejemplo demuestra que la verdadera religión de Al-láh debe estar libre de acertijos, porque los acertijos solo provienen de los humanos.
La religión de Al-láh también es libre, ya que todos tienen la libertad de orar y adorar en las casas de Al-láh, sin tener que pagar cuotas para obtener membresía para adorar en ellas; pero si están obligados a registrarse y pagar dinero en cualquiera de los lugares de adoración por adoración, entonces esto es humano. Pero si un hombre religioso les dice que deben dar limosnas para ayudar a las personas directamente, entonces esto es de la religión de Al-láh.
Las personas son iguales, como los dientes de un solo peine en la religión de Al-láh, pues no hay diferencia entre un árabe, un no árabe, un blanco o un negro, excepto por la piedad. Si algunos consideran que una mezquita, iglesia o templo en particular es para blancos y que los negros solo tiene un lugar separado, entonces esto es humano.
Honrar a la mujer y elevar su estatus, por ejemplo, es un mandato de Dios Único, pero la opresión de la mujer es de los seres humanos. Si la mujer musulmana está oprimida en un país, por ejemplo, entonces la mujer el hinduista también está oprimida, y la budista y la cristiana también lo están en el mismo país. Esta es la cultura de los pueblos y no tiene nada que ver con la verdadera religión de Dios.
La verdadera religión de Dios Único, Todopoderoso, está siempre en armonía con el instinto. Por ejemplo, cualquier fumador de puros o bebedor de alcohol, siempre pide a sus hijos que se alejen del consumo de alcohol y del tabaco por su profunda convicción de que son peligrosos para la salud y la sociedad. Cuando la religión prohíbe el alcohol, por ejemplo, es una orden de Dios. Pero si la leche está prohibida, por ejemplo, no hay lógica en ello según nuestro entendimiento. Todo el mundo sabe que la leche es buena para la salud; por lo tanto, la religión no se lo prohibiría. Es por la misericordia y la bondad de Al-láh en Su creación que Él nos permite consumir las cosas buenas y nos prohíbe consumir las malas.
El cubrirse la cabeza para las mujeres, y la modestia para hombres y mujeres, por ejemplo, es un mandato de Al-láh, pero los detalles de colores y diseños son de los humanos. Las mujeres rurales chinas ateas y las rurales cristianas suizas se adhieren a cubrirse la cabeza con base a que la modestia es algo innato.
El terrorismo, por ejemplo, se propaga en muchas formas en el mundo entre todas las sectas de todas las religiones. Hay sectas cristianas en África y en todo el mundo que matan y practican las peores formas de opresión y violencia en nombre de la religión y en nombre de Dios, y constituyen el 4% de la población cristiana mundial. Mientras que los que practican el terrorismo en nombre del Islam constituyen el 0,1% de la población musulmana, y no sólo eso, sino que el terrorismo también se extiende entre los budistas, hindúes y otras sectas de otras religiones.
Así es como podemos diferenciar entre el bien y el mal antes de leer cualquier libro religioso.