Al-láh juzgará a Sus siervos al mismo tiempo de la misma forma en que les provee al mismo tiempo.
Al-láh Todopoderoso dice:
﴾La creación de todos ustedes y su resurrección es [tan fácil para Al-láh] como si fuera la de un solo ser. Dios todo lo oye, todo lo ve﴿ [85] (Traducción del Corán, 31:28)
Todo en el universo está bajo el control del Creador, quien es el Único que posee el conocimiento integral, el conocimiento absoluto y la capacidad y el poder de someter todo a Su voluntad. El sol, los planetas y las galaxias han estado trabajando con suma precisión desde el comienzo de la creación, y esta precisión y habilidad se aplican de la misma manera a la creación de los seres humanos. La armonía que existe entre los cuerpos humanos y las almas demuestra que no es posible hacer que estas almas moren en los cuerpos de los animales y no puedan vagar entre las plantas y los insectos (reencarnando) o incluso en las personas. Al-láh ha distinguido al hombre con la razón y el conocimiento, lo ha hecho heredero en la tierra, lo ha favorecido y honrado y ha elevado su estatus por encima de muchas criaturas. Entre la sabiduría y la justicia del Creador está la existencia en el Día de la Resurrección en el que Al-láh resucitará a las criaturas y las juzgará, y su destino será el Paraíso o el Infierno (según sus acciones), y todas las obras buenas y malas serán pesadas en este día.
Al-láh Todopoderoso dijo:
﴾(7) Quien haya realizado una obra de bien, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada. (8) Y quien haya realizado una mala obra, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada﴿ [86] (Traducción del Corán, 99:7-8)
Cuando una persona, por ejemplo, quiere comprar algo de la tienda y decide enviar al hijo mayor a comprar esta cosa, es porque sabe de antemano que este niño es sabio e irá directamente a comprar exactamente lo que se le pidió, lo elige a él porque el padre conoce que el hijo menor estará ocupado jugando con sus compañeros y perderá el dinero. Esto es de hecho una suposición en la que el padre ha basado su juicio.
Ver la predestinación no contradice la voluntad de nuestra elección, porque Al-láh conoce nuestras acciones en base a Su pleno conocimiento de nuestras intenciones y elecciones. Y solo Él tiene el ideal, conoce la naturaleza de los seres humanos, nos creó y sabe lo que hay en nuestro corazones de deseos por el bien o el mal, conoce nuestras intenciones y está al tanto de nuestras acciones. Registrar este conocimiento con Él no contradice la voluntad de nuestra elección porque el conocimiento de Al-láh es absoluto, en cambio las expectativas humanas a veces son correctas y otras no.
Es posible que una persona actúe de una manera que no agrade a Al-láh, pero su conducta no será contraria a Su voluntad, pues Al-láh le ha dado a Su creación la voluntad de escoger, y sus acciones, aunque sean de desobediencia a Él, todavía están dentro de la voluntad de Al-láh y no se pueden contradecir, porque el Todopoderoso no le dio a nadie la oportunidad de trascender su voluntad.
No podemos forzar nuestros corazones y obligarlos a aceptar algo que no queremos. Es posible obligar a una persona a quedarse con nosotros bajo amenazas e intimidación, pero no podemos obligar a esa persona a que nos ame, así mismo, Al-láh ha preservado nuestros corazones de cualquier forma de compulsión, por lo que nos hace responsables y nos recompensa según nuestras intenciones y lo que lleva nuestro corazón.